María Fernanda Salas R.
¡Otro mundo es posible!... Mundo de paz, prosperidad, y justicia |
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...El
socialismo puro se construye con la transferencia gratuita de la propiedad, o el
control, de los medios de producción al Estado. El
capitalismo hay que construirlo por el camino contrario, con
la transferencia gratuita de todos los activos mercantiles del Estado a todos, y cada
uno, de los ciudadanos.
¡Otro mundo es posible! Un mundo sin proteccionismo comercial.
En que los productores de los países más pobres no sean destruidos por artificiosas barreras en los mercados más ricos.
En que los recursos del Estado no se desperdicien en subsidios caprichosos para lograr apoyos clientelares. Entre votantes
locales y gobernantes extranjeros. Un mundo capaz de acabar para siempre con la pobreza. Y no “regalando
ayuda” de “gobierno a gobierno”. Sean los dólares de Washington, o el petróleo barato del socialismo venezolano.
Lo que únicamente ha servido para perpetuar tiranías el empobrecimiento. Podríamos construir en pocos años un mundo
de libertad y prosperidad para todos. En la tierra entera. Un mundo de verdadero capitalismo y mercados realmente libres...
En que el socialismo sea apenas el recuerdo de una pesadilla del pasado de pobreza e ignorancia. Realmente
¡Otro mundo es posible! La mentira, perpetuando la ignorancia, ha logrado abortar “por ahora”
el nacimiento del mundo nuevo. Y un ejemplo magnifico lo pude apreciar en hace pocos días... En una de sus interminables y
frecuentes cadenas de Radio y TV. El supremo líder del socialismo venezolano, presidente del MVR, y de la República. Contó
una interesante historia sobre lo que él llama los males del libre mercado: Un presidente de una pequeña nación caribeña exportadora de bananos le
dijo que, a partir de una medida de la OMC, las exportaciones de esa isla cayeron en cerca de 90%. Se disparó
el desempleo... Y llegó el colapso económico de un País que dependía críticamente de tales exportaciones. Cuándo
los productores de bananos, se quedaron sin cliente a quien vender el 90% de su producción... ¡Injusto y monstruoso!
Clamó el jefe de la revolución Bolivariana... y con eso dijo una gran verdad. Pero no paró ahí la cosa. ¡Eso
es el capitalismo, la globalización y el libre mercado! Siguió clamando en uno de los más lujosos hoteles de Caracas...
Y en ese momento, lo que dijo... y lo que siguió diciendo al respecto. Dejo de
ser verdad. En un sistema capitalista y liberal globalizado,
no existiría una OMC. La OMC es una burocracia internacional de regulación intergubernamental del comercio. Tal organización se ha dedicado a implementar uno de los grandes objetivos
del socialismo... del siglo XX... y XXI: ¡El proteccionismo comercial anti-globalizador! Abierto y arrogante, a la manera
europea... O encubierto y vergonzante, a la manera gringa. ¿En que se basaría la OMC para evitar que los bananos caribeños se vendieran
en Europa o los EE.UU.? En lo de siempre. En que los salarios y “beneficios sociales” del pequeño país caribeño
son menores que el delos bananeros del mercado que se cierra. Y eso sin considerar que además de eso. Los agricultores
de los estados socialdemócratas occidentales reciben subsidios por mucho más del precio al que venden. Para un mercado que
sus gobiernos les protegen de cualquier competencia externa. Más aún
en Europa que en los EE.UU. pero a efectos de los que terminan muriendo de hambre por el proteccionismo (y en más de un caso
es literal) la diferencia es insignificante. Así que en lugar de clamar contra el “capitalismo” “la globalización” y “el libre mercado”. O para resumir en "neolengua" socialista “el neoliberalismo salvaje”. Tendría que ir a quejarse con sus amigos y aliados socialistas de Europa. Como Rodríguez Zapatero. O de EE.UU. como Carter. Que jamás hemos visto, ni veremos ¡Clamaaado! En sus respectivos congresos, y partidos... y en serio. Por levantar unilateralmente as barreras proteccionistas que sus partidos socialistas inventaron e impusieron. Y siguen imponiendo y justificando. En la medida que sacan votos de eso. Muera quien muera de hambre en el mundo por ello. El presidente de Venezuela está en campaña de reelección. Y su
programa de campaña es la transición de la socialdemocracia adeca, radicalizada por su actual administración. Al modelo
plenamente marxista que llama del siglo XXI. Y los políticos en campaña se empeñan en inventarse “hombres de
paja” para confundir a sus propios seguidores. Sobre la verdadera naturaleza de su propia ideología. Y del adversario.
Todos los efectos nocivos del socialismo en el mundo. Un socialismta los llamará capitalismo mientras pueda. Y eso que no hay aún en Venezuela una opción ideológica numerosa que sea
realmente contraria en la oposición política. Debe ser rico combatir contra una sombra inmaterial inventada.
Mientras el grueso de los recursos financieros y mediáticos opositores se votan al basurero de los “socialismos moderados”.
Mil veces derrotados fácilmente por el chavismo. Entre tanto. La verdadera oposición política del capitalismo
popular devolucionario se construye terca y silenciosa y pobremente. Mejor así. Entre los que ven como (limosnas
más, limosnas menos... y mejor más que menos) el socialismo adeco empobreció a la mayoría y enriqueció (en mayor o menor
grado) una minoría de vivos. Y mientras más se radicalice el proceso... mayores será el empobrecimiento de las grandes
mayorías. Cuba no es un mar de felicidad. Es un mar miseria. Y no
por las medidas de la OMC, que no es el caso. Ni por “el bloqueo imperialista yanquee”. Que en nada ha impedido
al gobierno cubano comerciar con todo el resto del mundo. Pero mientras tengamos un grueso de oposición política tan
idiota que realmente cree que la OMC es el capitalismo y el libre mercado. En Venezuela navegaremos democráticamente hacia
ese mar de mayor miseria que la nuestra. Anuque como dije. Poco a poco la gente comienza a dejar de comulgar con
ruedas de molino. Cada vez cree menos en cuentos de camino. Y se da cuenta que socialismo opositor y socialismo de gobierno...
son más o menos lo mismo. Y que sí la receta socialista diluida de antes provocó pobreza para la mayoría. Y privilegios
para unos cuantos vivos. La receta socialista cada vez más concentrada de ahora.
Únicamente puede producir mucha más pobreza para aún más gente. Y privilegios para menos vivos. Con un precio del petróleo coyunturalmente alto. Potencialmente sostenible por varios años. El proceso hoy tiene en su favor que al transferir la capacidad de subsidio de esa enorme parte parasitaria de la “clase media” “chupoctera” de socialismo puntofijista. Y distribuir menos subsidios individuales entre mayor número de personas. A las que el socialismo de cuarta nada les daba. Produce una sensación de mejora entre grandes capas de población en extrema pobreza. Pero el resultado neto de empobrecimiento general es tan marcado. Que aún entre los beneficiarios racionales hay dudas ante el “próximo escalón”. Cuando escuchan que la verdadera alternativa a los escasos beneficios de las misiones pudiera ser recibir en propiedad su parte completa de la regalía petrolera. Las acciones de PDVSA y el resto de los activos mercantiles del Estado. Comienzan a ver que en verdad ¡Otro mundo es posible! El mundo contrario al socialismo puro de Chávez y Fidel... O un poco más diluido de la OMC... Y los “opositorpes” socialistas venezolanos. ¿Me explico? |
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