La autoridad electoral es acusada de cambiar las reglas sobre las firmas para convocar un referéndum, luego de que fueran recogidas, y aplicar retroactivamente sus nuevas reglas con el fin de invalidar casi un millón de firmas.

Quien preside la autoridad electoral, en su calidad de catedrático de derecho, invita a quienes no estén de acuerdo con su decisión para que interpongan ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo sus objeciones "por ser la instancia legalmente competente". Así lo hacen. La sala en cuestión les da la razón a quienes objetan. Y otra sala, del máximo tribunal intenta -por todos los medios a su alcance- interponerse para negar la validez de la sentencia.

El presidente de la autoridad electoral, quien ahora afirma que la sala competente, no es aquella sino esta otra, quees la que el acatará. Parece ser competente  únicamente la que le de la razón. "No a el... a la revolución". No explicó el jurista ilustre como antes afirmó que fuera otra la sala competente. Y aquí no ha pasado nada.

 

Nada importante. Consideremos que cuando la misma sala electoral anuló la convocatoria de un referéndum consultivo sobre la renuncia presidencial. Quienes no estuvieron de acuerdo se dirigieron a la Sala Constitucional, y está dictaminó que los actos referendarios son materia electoral, y que no tenía competencia para interponerse en la decisión por interpretación constitucional alguna. Ahora es señalado de desdecirse de su propia jurisprudencia, nada menos que el Presidente del Supremo Tribunal. Y tampoco aclara nada. Y aquí no ha pasado nada

 

En momentos de pesada soledad me da por leer historia. La historia de las grandes tiranías, para ser exacta. Así que en nada me asombran estos "dimes y diretes" jurídico revolucionarios. La justicia está al servicio de los supremos intereses de la nación que se expresan en la revolución. Lo dijo un abogado nacional socialista cuando tenía trabajo de sobra en cambiar ordenadamente las leyes para terminar en un sistema que declaraba al Fuhrer "por encima de la ley" por considerarlo "en doctrina jurídica" la "encarnación" de la totalidad del pueblo (incluídos muertos y no natos). Aquí hacen lo que haga falta... sin tantas explicaciones. Aquí se expresa lo mismo de la constitución nazi... pero en la publicidad revolucionaria.  "Chávez es el pueblo". Grado doctoral de servilismo absoluto. Ni para jalarle a Trujillo pensó algún "master" servil poner "eso" en una valla. Y aquí no ha pasado nada.

 

Y es que para explicaciones y responsabilidades está el Ciudadano Presidente, quien afirma que es el responsable de sus chistes malos sobre los soldados incinerados... y que el no va a renunciar. Con lo que tampoco tiene por que renunciar entonces el ministros Chacón. De una vez a podido decir que es el responsable de todo el asunto... y que nadie va a renunciar. No fue eso lo que dijo, pero parece ser que eso fue lo que "escucharon" los que "tienen oídos" revolucionarios en la Fuerza Armada. Lo cierto es que ya son dos casos de soldados incinerados en celdas de castigo. Y ni se ve investigación... ni mucho menos castigo. Nada diferente de la investigación de los asesinatos del 11 de abril, que se quedó en montaje cinematográfico de propaganda, de una lado. Recorriendo el mundo bajo el señalamiento de que todo sale del público presupuesto venezolano, Y en un padre, que de sus propios recursos, también recorre el mundo denunciando el silencio de las autoridades sobre el asesinato de su hijo. Y aquí, el diputado "ex defensor" de los "derechos humanos" denuncia que "desconoce como ese señor dispone recursos para andar por el mundo hablando mal del presidente Chávez". Pero los muertos, muertos están, los franco tiradores son los que no están. Y aquí no ha pasado nada.

 

Un General en Jefe, se presentó ante el País por televisión afirmando que al Ciudadano Presidente "el alto mando le pidió la renuncia, y esté aceptó" . Que no tiene el alto mando autoridad "constitucional" para semejante cosa, ya es lo de menos. Que el Tribunal supremo declaró que el generalato no había dado golpe de estado alguno, tampoco es muy dramático. Lo increíble es que el general en Jefe... De golpe sigue siendo ministro. Y líder revolucionario, ya de civil. Los lideres del partido servil gritan golpe en todas direcciones. Menos en esa. Y aquí no ha pasado nada.

 

Se compran unas maquinas electorales objetadas en su país de origen. Se señala que las tales maquinas son fáciles de interferir, que sus informaciones "en línea" no son seguras. Y que, lo más importante, esa tecnología no deja constancia de cada vota que permita un recuento en caso de presunción de fraude. Antes se destruían los votos y quedaban las actas. Se le llamaba. Acta mata voto, lo que en efecto era. ¿Ahora será computadora mata voto?. Bueno ya el acto mató firma. Y eso que eran publicas y notorias. Quedaron, eso si, como dijo el Ciudadano Presidente, "registrados para la historia los que firmaron contra mí" que según las vallas es firmar "contra el pueblo". Y los funcionarios encargados de pasaportes, cédulas y demás trámites, son señalados de interpretar eso como "no hay nada para los que firmaron". Es apenas el principio. Y aquí no ha pasado nada.

 

Los socialistas del punto fijismo. Adecos de dos colores. Creyeron que hicieran lo que hicieran. Aquí no pasaba nada. Pero de tanto empobrecer al pueblo y restregarle sus privilegios corruptos, engendraron y parieron otra revolución aún más socialista, aún más corrupta y aún más empobrecedora que la de ellos. Aquí pasan muchas cosas. Pero no se ven a simple vista. Aquí el nuevo adequismo perdió la mayoría, y sigue empobreciendo y destruyendo las esperanzas de las mayorías más, y más rápidamente, que sus predecesores. Ciertamente que aquí no a pasado nada, ni cambiado nada. Y cada vez son más los que lo entienden. La verdad es que cuando nada cambia, los grandes cambios son inevitables.

 

¿Me explico?