María Fernanda Salas R.
El papel de la prensa: ¡Que no sea el papel de idiotas!
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Eso será un "mea culpa". Por las mías y por las del "gremio" en el que me encuentro, no siempre muy a gusto, pero siempre dentro. Tengo que parafrasear una de las más racistas, despreciables y serviles declaraciones de la historia de los EE.UU. Si de dirigir gentes hablamos: El único izquierdista bueno, es el que dejo de serlo. Pero tanto para dirigir, como apenas para orientar: El único idiota bueno, es el idiota muerto. Me preocupa profundamente la responsabilidad histórica de nuestra gran prensa en la destrucción sistemática de la civilización en Venezuela. Y llamo yo "Gran Prensa" tanto a la Radio, TV, o Prensa Escrita, que llega al publico masivo. Responsables somos cuando destacamos una noticia y no otra, cuando editamos y cuando titulamos, tanto como al editorializar y opinar. Claro que son los editores, o no los simples empleados los responsables. Pero también es responsable el político profesional que declara "al son" de algún medio. Sólo por figurar. Como el articulista de "opinión" que opina cada semana al son que le tocan. No menos responsables son las plumas (o las voces e imágenes) tarifadas y/o extorsionistas profesionales de la falsa denuncia. Pero los más grandes responsables somos todos los "comunicadores" por no denunciar, combatir y execrar semejantes lacras. Hoy se asombra el público de ver a los declaradores de oficio sobre la "defensa de los derechos humanos" transformados en defensores de los autoritarismos totalitarios. No menos asombrado puede estar ese público cuando ve pasados denunciadores de todas las anormalidades, transformados en "excesivamente normales" altos personeros de una revolución ciega, sorda y muda, ante los derechos individuales... Y ciertamente que también torpe, plasta y testaruda, aún para adelantar sus destructivos proyectos. ¿Podemos asombrarnos quienes los conocíamos más de cerca?. ¡No!, y eso nos hace cómplices. En el pasado, nuestra gran prensa, tuvo consensos. Consenso en contra de los partidos políticos como instituciones. Sin importar las ideologías. Consenso en favor del cambio, por el cambio mismo. Sin importar que eso nos trajera al chiripero y a Chávez. Consenso en el interés y/o la idiotez.
La gente entonces cree que puede derrotar una revolución sin partidos políticos, sin ideas políticas, sin ideologías orientadoras. Y la gente marcha, y marcha, y algunos hasta calles trancan. Porque el gobierno es muy malo. Pero sin saber donde nos conducen tanta marcha, ni con qué pretenderán nuestros "lideres" sustituir tan desastrosa administración. La gente se cansó de escuchar los alaridos irracionales e incoherentes del actor, de conocidas filiaciones izquierdistas, metido a golpista fracasado y politiquero de quinta categoría. Pero no se cansa de las mismas idioteces, mejor aliñadas, por profesionales reales de la comunicación. Que... Profesionales al fin, conocen muy bien la técnica de los mismos medios que alguna vez calificaron de "huésped indeseable". Eso último por citar un ejemplo demasiado conocido por mis colegas. Bueno... Pusimos la torta. En lugar de mantener un perfil lo más equilibrado que fuera humanamente posible, en los medios "informativos" se nos fueron transformando esos medios en algo así como unos partidos políticos del anti partidismo y la anti política. La gente, en lugar de organizarse en busca de ideas diferentes a las que nos empobrecieron, buscó milagro tras milagro, Mesías tras Mesías, y mentira tras mentira. Y ahora la "sociedad civil" que no sabe nada de política electoral, aprehende duramente que el trabajo de los políticos ni es fácil, ni es grato. Trabajan muy duro y obtienen muy poco crédito por sus esfuerzos. Algunos porque sus ideas son tan malas que sus mejores esfuerzos siempre traerán los perores resultados... Son socialistas. Y otros porque sus ideas, que si pueden sacar al país adelante, se tropiezan con la estupidez editorializada como orientación política masiva del país. Desde hace meses escuchaba yo en asambleas de ciudadanos gritar que ocuparse de las candidaturas regionales fuera una ¡¡¡traición!!!. Y no era más que la repetición de la idiotez editorializada. Ahora se quejan de que no hay candidaturas unitarias de la oposición en cada alcaldía y gobernación. Si no estaban dispuestos a discutir, acordar, articular y participar en la formación de tales "unidades". ¿De donde carajo esperan ahora que salgan los candidatos y los programas regionales unitarios? Demasiada unidad hay en una oposición en la que hay cabemos desde liberales hasta marxistas. Pero el crimen mayor, el crimen ante el que esta pequeña hormiga no para de gritarle desesperada al propio hormiguero. ¡La pusimos, y la volvimos a poner!. ¡No la pongamos de nuevo! Es la increíble estolidez mental de incitar a la gente a no votar ¡Porque no hay unidad en la oposición!. Eso, y los fusilamientos morales de cualquiera que presente una opción canditaural diferente de la "unidad" que al mal llamado "colega" (o quien le paga) le acomode. Son la más despreciable forma de traición contra las esperanzas de un pueblo que tan vez ha tenido los gobiernos que merece. Pero que ciertamente mereció una mejor prensa de la que le hemos dado. El evidente oportunismo de los políticos profesionales que tan despropósito defienden es repugnante. Mañana se desdecirán sin empacho. Pero el del articulista, el del ancla de un noticiero, el del conductor de un programa de opinión. Y aún el del simple reportero. Que a semejante despropósito se sume. Y no son tan pocos los que se están sumando. Es el de redomada y incurable ¡IDIOTA!. Si los electores participan masivamente en las elecciones regionales pasarán dos cosas: 1- La participación masiva le quita peso e importancia a las maquinarias electorales, al billete, la extorsión, la amenaza y la unidad impuesta desde arriba, la unidad de los serviles que sólo obedecen al supremo caudillo. 2- La participación masiva en un país profundamente polarizado decanta los electores opositores hacia una sola candidatura y descarta las demás. En la UCV la oposición fue dividida, los serviles obedientes fueron unidos en torno al que les ordenó su supremo caudillo, la participación electoral fue escasa. Y ganaron los serviles. En el CIV, la oposición fue dividida, los serviles fueron unidos en torno al que les ordenó su supremo caudillo... ¡Pero la participación lectoral fue masiva! Y ganó la opción opositora por la que se decantaron al final todos los votos opositores. La hormiga rebelde ve, piensa y participa. Puede que no sea de las más co-responsables de los males en que se mete su hormiguero, pero se asume y se asumirá, moralmente, como si lo hubiera conducido ella misma al desastre. Si le decimos algo tan tonto como que no debe votar... No nos escuche, critíquenos y atáquenos. Exíjanos que le informemos, si eso ofrecemos. Y que si vamos a tomar posición ideológica, le digamos siempre cual, de ante mano. (La hormiga es liberal libertaria). Pida Ud. políticos con mejores ideas, diferentes de las de este gobierno, y vea (que para eso tiene ojos) y entienda (que para eso tiene cerebro) que las ideas de este gobierno, son las mismas ideas de los que nos gobernaron antes. Pero más concentradas. Las ideologías políticas serviles, (entre las que están todos los socialismos) son como el veneno. Mientras más concentradas, más asesinas. Cuando Ud. lee este artículo en la Internet, compra y lee la prensa, o escucha los noticieros o los programas de opinión de las televisoras. Ud. y sólo Ud. tiene el control. Si lo que le decimos es razonable, escúchenos. Si lo que le decimos no es razonable. Mándenos al carrizo. Pero si quiere hacer política. Derrotar una revolución servil. Reconstruir la república y contribuir por un mejor futuro. No crea que somos capaces en la prensa de "conducirlo". Para eso se necesitan políticos profesionales. Si no le gustan los políticos que tiene, búsquese unos mejores... que los hay. Pero no crea que "la prensa" podrá cumplir el papel de los políticos. No hay política sin políticos. No hay democracia sin política. Y no hay prosperidad ni paz sin plenas libertades individuales, políticas, civiles, y económicas. Y todo esto, amigo o amiga, elector y compañero o compañera, opositor u opositora. Fue, un "mea culpa" de reportera... Y una declaración de política de liberal libertaria. Pero esta hormiga jamás ha ocultado su intención de difundir una posición política. Hay quienes han hecho del trabajo periodístico, y de ese ocultamiento, la base de carrera... ¡política!. Periodistas en realidad nunca fueron. Y hay quienes hoy repiten el modelo. No tengo yo ya que desenmascarar más. Ud. sabe quienes son, y recuerda las idioteces que les pudo creer alguna vez. Sabe que lo que dicen pasa por el tamiz de las ideologías serviles disfrazadas, y de la ambición personal enmascarada. Yo si tengo ambición política. Pero no la oculto. Y si Ud. quiere un gobierno decente. Lo primero que tiene que entender es que necesita políticos que le digan la verdad. No cuando la verdad le gusta. Si no cuando la verdad es dura. Cuando no le gusta. Pero para poder escucharlos, necesita una "prensa" que también le diga la verdad. Y si no encuentra ni lo uno, ni lo otro. Pídalo, exíjalo... pero sobre todo, apóyelo, en su surgimiento. Y más pronto que tarde, tendrá de sobra de los dos. Y con ello, podrá derrotar esta revolución servil y asesina, sin caer en otra basura por el estilo mañana. ¿Me explico? |
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